domingo, 28 de octubre de 2012

Test para la Intolerancia a la Lactosa


Aunque la intolerancia a la lactosa se pueda detectar viendo la reacciones del cuerpo al tomar la leche, existe un  test que permite averiguar la presencia o no de esta enfermedad: el Breath test al hidrógeno.
El test se basa en la evidencia de que si un azúcar no se absorbe a nivel intestinal, se fermenta por la acción de la flora intestinal, con la formación de grandes cantidades de hidrogeno, una parte de las cuales la absorbe el colon y la otras se expulsan con la respiración. Se suministra lactosa al paciente intolerante y se hace el breath test: si en la respiración se encuentra más cantidad de hidrogeno entonces el paciente padece la enfermedad. La duración de la prueba es 2-3 horas.

Otras alternativas diagnosticas son la biopsia duodenal y una especifica analítica de la sangre.



Síntomas

Cuando  la enzima lactasa no se produce en cantidad, la lactosa pasa sin haber sido digerida al colon donde la microflora lo transforma en hidrogeno y ácidos orgánicos. Elevadas cantidades de hidrogeno provocan hinchazones, tensión abdominal y meteorismo; al no haber digerido la lactosa, el intestino necesita más agua que luego puede ser causa de diarreas.

Los síntomas suelen aparecer de 30 minutos a 2 horas después de haber tomado alimentos con lactosa.



Cura y Dieta

La sola cura para los intolerantes a la lactosa es la eliminación o la reducción de la lactosa en la dieta, según el nivel de intolerancia que el sujeto padece. La única forma de saber que nivel de tolerancia es la de ensayo y error, ayudándonos con las etiquetas de los ingredientes de cada producto que solemos comprar.

La eliminación de la lactosa de la dieta no es tan sencillo, porque la lactosa no es solamente el principal azúcar de la leche, sino que se encuentra en yogures, en la nata, en la mantequilla, en los quesos frescos. Además, en trazas, se puede encontrar en cebollas, brócolis, huevos y más alimentos, porque es un aditivo presente en los embutidos, en los fármacos y en los integradores alimenticios.

Igualmente es posible encontrar la lactosa en los productos preparados comercialmente como:

•pan y otros productos de horno
•cereales para desayunar
•pure de patatas instantáneo
•margarina
•carnes
•ensalada
•caramelos y otros snacks
•preparados para churros, galletas y bizcochos
•congelados
Aprender a leer con atención las etiquetas de los alimentos en búsqueda de la presencia de leche y lactosa, suero de leche o derivados de la leche se convierte más bien en una necesidad.

Además, la lactosa es utilizada en mas del 20% de los fármacos en los cuales hace falta receta medica y alrededor del 6% de los medicamentos que se pueden comprar sin receta; de todas forma estos productos no son aconsejables para las personas que sufren grave intolerancia a la lactosa.



Otros problemas

Si se elimina la lactosa de la dieta empeora la absorción del calcio y consecuentemente una mala mineralización ósea. Por esta razón es buena aptitud incluir en la dieta quesos a bajo contenido de lactosa y integradores a base de calcio.
Además, existen comprimidos que se toman junto al alimento que contiene lactosa para facilitar su asimilación. Todavía el utilizar estos comprimidos no asegura al completo la manifestación de los síntomas.

Para aumentar el aporte de calcio hay que recordar que esta sustancia se encuentra, en menores cantidades, en las legumbres, en el pescado, en las nueces, en las algas y en alguna verdura verde. Es totalmente ausente en alcohol y azúcar.



Dr.ssa Angela Nanni

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